martes, 23 de diciembre de 2014

Principio del Guru

Pregunta: Háblanos acerca de la devoción hacia el Guru.

Sri Sri Ravi Shankar: Hay tres tipos de personas que se acercan al Maestro, el estudiante, el discípulo y el devoto.
Un estudiante va a un profesor y aprende algo, obtiene cierta información y luego se retira de la escuela.
No hay más información, como una guía turística.
Luego esta el discípulo. El discípulo sigue el ejemplo del Maestro. Pero el discípulo esta con el Maestro por el bien de la sabiduría, para mejorar su vida, para alcanzar la iluminación. El tiene un propósito, una causa, entonces no esta simplemente juntando información, pero llega un poco más profundo. Esta tratando de traer un cambio en su vida. El quiere darle sentido a su vida. Eso es un discípulo.
Y luego esta el devoto. Un devoto no esta allí ni siquiera por la sabiduría. El simplemente se regocija en amor. El se ha enamorado del Maestro, del Infinito, de Dios. A el no le interesa si se ilumina o no. El no esta interesado en si obtiene o no, mucho conocimiento o sabiduría. Pero en ese instante, y en cada instante, esta inmerso en amor divino, eso es suficiente para el o ella.
Un devoto es difícil de encontrar.
Estudiantes hay en abundancia, discípulos son unos pocos, pero devotos, es raro encontrar.
No tiene nada de grandioso volverse Dios o ser Dios. Lo quieras o no, todos son ya Dioses. Una piedra también es un Dios. Donde la devoción ha florecido totalmente, la flor ha florecido, eso es un devoto. La atracción esta en todos lados, el amor esta en determinados lugares, pero la devoción, nuevamente, es raro encontrarla.
La devoción es muy hermosa. Un estudiante va al Maestro, Profesor, y Guru con lágrimas en sus ojos. Hay tantos problemas, y cuando se va, sigue con las mismas lágrimas, pero la cualidad de las lágrimas es diferente, es de gratitud. Aún lágrimas fluyen, pero estas son de gratitud, de amor; es tan hermoso llorar en amor. Aquel que ha llorado en amor, inclusive una sola vez, conoce su sabor, de entrega y de devoción y toda esta creación se regocija en ello. La creación entera esta anhelando por solamente una sola cosa, las lágrimas transformadas, de saladas a dulces lágrimas.
Uno de los discípulos de Buddha llamado Sariputra se iluminó. Al iluminarse Buddha le dijo: "Ahora sigue adelante, ve al mundo y predica, enseña y haz el mismo trabajo que yo hago, continúa con mi labor." Ahora Sariputra dejó a Buddha, pero estaba llorando y llorando, y la gente le preguntaba, "¿Por qué lloras estando iluminado?" El dijo, "A quién le importa esta iluminación, pudo haber esperado, hubiera esperado. Nunca me molesté por ello o lo pedí porque disfrute de estar a los pies de Buddha era tan genial. Ser un devoto era tan genial, ahora extraño eso, hubiese preferido eso a la iluminación."
Una vez hubo un Maestro Zen que siempre creyó estar iluminado. Siempre andaba diciendo "estoy iluminado". Un día se encontró a uno de sus Maestros quien le dió un acertijo, llamado "Koan". El "koan" era "La estatua tiene ojos, las lágrimas fluyen silenciosamente". Al escuchar esto, el Maestro Zen fue sacudido y dijo "Hay una verdad allí".
Como la maternidad y la paternidad, hay un vínculo con el Guru. Todos tuvimos ese vínculo de Guru con alguien, alguna vez. ¡Hemos jugado ese rol! Consciente o inconscientemente, todos son Guru de alguien. ¡Continúas dando consejos y guiando a la gente, dándoles tu cuidado! Haz todo esto, pero hazlo al 100%, sin esperar nada a cambio; eso es vivir el principio del Guru. No hay diferencia entre la divinidad, el Ser y el Guru. Son todos uno. Meditar es relajarse y reposar. Piensa en todas las cosas por las cuales sentirte agradecido y pide aquello de desees para el futuro y bendice a todos. Recibimos tantas bendiciones y también deberíamos bendecir a todos los que lo necesitan.

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